Negocios Clandestinos [*Libre*]

- ¡Puaf! -exclame cansada tras aquel pesado dia de clases, y exhausta puesto que no habia comido nada en todo el día.

Me recarge de espaldas sobre la orilla alambrada que bordeaba a la azotea, como si me recostara sobre una hamaca, y ladee mi rostro para mirar hacia abajo. No veia a nadie en la escuela a excepción del velador que recorria el patio con una lintera buscando jóvenes que, como yo, habian decidido regresar a la escuela para cometer fechorias: sexo, robos o, en mi caso, venta de objetos ilegales y de negocios clandestinos.

El unico inconveniente: aun no tenia clientes. Levante mi mirada un poco para observar el edificio vecino, mirando unas siluetas que se abrazaban en otro salon. Mi mirada se perdio en pensamientos, y aunque continuaba “viendo” hacia ellos, no prestaba atención en lo que hacian.

Ocupaba conseguir clientes. Lo necesitaba, porque solo asi lograria comer algo. Si bien los Valdirum teniamos mucho dinero escondido; me habia decidido que aquella “mision” la desarrollaria sola, sin involucrar a la familia para que estos no pudiesen interferir con mi carrera y, sobre todo, no se enteraran de la codiciada recompensa que mi tio me habia prometido. Asi que, familia fuera, solo quedaba yo sola. Senti mi estomago doler un poco ante la falta de comida, y por un momento contemple tomar un poco del dinero ahorrado y gastarlo en algo que comer. Pero me contuve; ese dinero era para ser usado en la misión, no malgastado solo porque no fui capaz de vender algo.

Suspire y cerre mis ojos aun recargada en aquel alambre. Estaba comodo. Pense en Ludge y en mi falla al no haberle podido vender aquella pulsera. Quizas debi ser mas explicita, o quizas simplemente no estaba interesado. Normalmente los hombres interesados en joyas son aquellos que cortejean a alguien. Y en esa escuela llena de caballeros y “princesas”, no faltaria quienes desearan regalarle a sus novias pendientes de diamantes, y collares de oro. Yo cargaba con mucho de ello, en mi bolso ocultaba pendientes, joyas, piedras preciosas; mi negocio clandestino seria un gran exito con aquellos hombres y mujeres codiciosos y tontamente enamorados. Solo debia encontrarlos.

Solte otro suspiro y pregunte en voz alta - ¿Donde demonios estan todos ustedes? - dije refiriendome a aquellos posibles clientes, y volvi a fijar mi mirada al patio para ver donde habia quedado el velador – Demonios, ¡muero de hambre! -dije posando una mano sobre mi estomago mientras lo sentia volver a gruñir.

*Mire el reloj y note que ya habían transcurrido un par de minutos en cuanto a la hora en que me había citado aquella chica un tanto peculiar. Tome mi chaqueta y me dirigí hacia la azotea.
Preferí caminar un tanto despacio para no hacer ruido y me atraparan aunque no tenía que preocuparme tanto, sabía con quién manejar eso.

Al llegar a la azotea abri despacio la puerta y ahí estaba la chica, recargada en el alambrado y como siempre parecía tan inocente e inofenciva pero el que me citara en ese lugar y hora me hacía dudar aún más de ello.
Abrí por completo la puerta y la cruze mirando a mi alrededor, era la primera vez que subia a estas hora.

Camine hacia ella ya que desde donde me encontraba y la posición en la que estaba ella me hacia pensar que se había quedado dormida. Al llegar a su lugar si una leve y suave patada a su zapato para despertarla, en caso de que estuviera durmiendo*

Umm... parece que llevas aquí un buen rato ah? Por cierto, dime algo... *Me recargue de frente a la malla metalica mirando al patio* Por qué me citaste aquí... y a esta hora? Por lo regular aquí se ven cierto tipo de personas... *Mirandola de reojo* y el que tu me pidas vernos aquí... hmm... *Alcé los hombros mientras vuelvio la vista al patio* Y dudo que sea para hablar de la buena vista que se tiene de la academia desde aquí... aunque en verdad es buena. O admirar las estrellas... *Regrese la mirada a ella*

Me habia distraido siguiendo la silueta del guardia que ahora doblaba peligrosamente en dirección al edifici de enfrente, por lo que al sentir el golpe en mi zapato gire espantada creyendo se trataba de alguna rata o serpiente. Al ver que era Lodge, mi corazon se calmo un poco y lleve una mano hacia mi pecho mientras recuperaba el aliento y el color.

- Lodge, me asustaste. Pense eras una vibora -dije, pese a que no estaba segura de que las serpientes existieran en esa ciudad. Luego lo voltee a ver sintiendo como la malla se movia con el peso de el al recargarse. Escuche sus palabras. No llevaba demasiado tiempo ahi...o cuando menos, no recordaba llevar demasiado. Con respecto a sus otras preguntas, no pude sino sonreir. Me cruze de brazos aun recargada de espaldas en la malla y dije con una voz un poco mas seria -Negocios, simples y puros negocios...clandestinos -lo voltee a ver cruzando mi mirada con la ajena, mis ojos brillantes de avaricia y una sonrisa entre tierna y maliciosa alumbaba mi rostro- Mister Ludge, ¿admirar las estrellas? ¿contemplar la vista? Es usted un romantico...-solte una ligera risita y entonces comenze a hacer uso de mis dotes de mercader- Seguro que cuenta con alguna bella señorita por ahi a la cual le encantaria sorprende y hacerla sonreir, ¿cierto? -continue sonriendo para inspirarle cierta “confianza”, y mis ojos siguieron fijos en el, cual si deseara hipnotizarlo.

Pff una víbora? *Respondí arqueando una ceja* ¿Crees que un reptil como ese sea capaz de desarrollarse aquí? ja... *Al escuchar la razón por la que me había citado ahí no pude evitar hacer una liera mueca de disguto pero este fue suplantado por un gesto más frio de lo de costumbre al escuchar las demás palabras.*
[Una bella señorita...Ja...]
*Le sostuve la mirada un par de segundos para luego girarla hacia el patio, trague un poco de saliva y volviendo la mirada a ella le tome por la manga de su sueter sin preocuparme si le lastimaba o no*

No sé si soy al primero que le quieres vender esas cosas y no me importa saberlo, niña... pero al igual como te avise en un principio de que tuvieras cuidado de las personas "malas" también te aviso que hay algunas buenas o que lo quieren parecer *Soltandola doy unos pasos hacia su derecha dandole la espalda* Y sé que esto no te provocara angustia ni temor o algún sentimiento parecido... ya que me imagino que te has de dedicar a esto, por mi parte no dare aviso sobre esto aunque bien podría hacerlo y ver como te echan de la escuela y dime *Dando media vuelta sobre su propio eje de manera que pudiera ver a la chica* ¿A donde irias? Oh pero vamos... alguien como tu ha de tener esa posiblidad en mente... me imagino que tendrás un lugar al cual ir... por lo cual no le ha de interesar perder su lugar en el instituto... *Suspiro y alzo los hombros* Puedo hacer eso o simplemente guardar tu secreto *sonreí de medio labio mientras le miraba* con algo a cambio, como en un principio...

*Suspire y me recargue de espaldas a la alambrada cruzando mis brazos y y doblando mi un poco mi pierna para colocarla sobre la malla. Sería perfecto que todo eso fuera al ciento por ciento verdad pero había gente que estorbaba*
Aunque... si hiciera la primero... yo no ganaría nada, no obtendría nada a cambio... solo la satisfacción pero pff... eso no dura ni es suficiente... así que lo segundo nos puede beneficiar a ambos.
Pero debo admitir que tu forma de enganchar es un tanto ingeniosa pero solo en caso de que hubiera, como tu lo has dicho, una "bella señorita" tras de esto... *Manteniendo el semblante frio y apretando un poco las mandibulas continue hablando* Lastima para ti, que este... no sea el caso...*Dando un leve suspiro*

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