El Zar (privado)

Siempre que podia buscaba un lugar en el que se sintiera tranquilo, donde pudiera inspirarse un poco y escribir unas cuantas paginas en su libreta. Hacía un sol hermoso y brillante, la arena ardía bajo sus pies , al menos en las zonas en las que aquella palmera no alcanzaba a hechar sombra. El coro de una cancion daba vueltas en su cabeza pero no recordaba quien al cantaba, y mucho menos como comenzaba, tampoco como se llamaba la cancion, pero de sus labios no dejaba de salir la melodia, que lo atormentaba y no le dejaba escribir.

Habia bosquejado un tren en la parte de arriba de la libreta y en la pagina habia escrito unas cuantas palabras:

...cubrieron el sol con pastillas pero Dios, si los pillas es mejor, si los pillas nos vamos, cantando a la luna en un carnaval, un eco abismal, se va todo el mal y explota el...

El qué?! Dios, te juro que si me envias una señal para saber como se llama la condenada cancion, le pago el almuerzo al primero que vea

Eso era lo malo de tener una mente demasiado activa, si algo te detenia el paso, te desmoronabas.

Había conseguido que su modelo progresara. Pasada la segunda audición, todo parecía mas a su alcance, lo malo era que si empezaba a creérselo podría ser malo. Salió del lugar y volvió a respirar el aire puro de la ciudad, viciado por todos los coches y fabricas que allí había pero para el puro a fin de cuentas.

Dio dos pasos y alguien le cogió del hombro. - Zéphir, ¿que pasa? Por hoy ya has terminado y yo al menos tengo unas horas libres así que que es lo que quieres. - La pregunta de Shunsuke le pilló al chico por sorpresa. - Es que...quería ir contigo a algún lado, no quiero volver a casa aun. - Shunsuke se giró del todo. - Ahí estas equivocado, estas aun en el instituto, debes estudiar para no repetir. Eso fue lo que prometiste a tu madre. - El chico iba a abrir la boca cuando el hombre lo atajó. - Nada de peros. Ahora a casa. - Sakaki vio como el chico bajaba la mirada y se encaminaba al lado contrario.

Suspiró de manera cansada, porque los chicos de esos días eran así, tenían prisa por crecer pero no por estudiar para convertirse en gente de bien y tener una buena educación y un buen trabajo.

Estaba en esos pensamientos cuando sus pies se "hundieron" levemente. Miró hacia abajo y chasqueo la lengua esto no es posible pensó mientras se quitaba los zapatos y dejaba que sus pies tocaran la arena fría en ese lugar, en el que daba la sombra. Se fue encaminando hacia donde estaba el mar, calmado ese día, y miró al horizonte con nostalgia. Lejos, muy lejos de allí estaba su familia. Tal vez estaban demasiado lejos pero su madre no quería volver a pisar este lugar después de lo ocurrido hace 25 años.

Caminó sin rumbo fijo, metido en sus pensamientos, con el agua rozando sus pies descalzos.

Habia decidido levantarse y caminar, estirar las piernas de paso para variar. Puso la libreta en su bolso, se sacudio los pantalones cortos, esos que tenian motivos hawaiianos y eran del mismo azul de la noche y se estiró un poco, dejando su camiseta de surfista ceñirse a su torso como Dios mandaba en toda su gloria. Caminando en la orilla, comenzó a ver a las parejas sentadas mirandose, diciendose tonterias en voz baja, sonriendose. A los niños jugando y tirando de sus cometas, el sol estaba bien alto pero dentro de poco iba a comenzar su lenta marcha en picada hacia el océano, para hundirse allí, en el misterio de lo desconocido.

Comenzó a escuchar música.

La cancion que atormentaba a su musa desaparecio de su cabeza momentaneamente. Unos muchachos, vestidos de surfistas y chicas de hula tenian instrumentos, guitarras acusticas y tambores pequeños y hacian ruido, buscando el sonido correcto.

Un muchacho con el cabello muy descuidado y lentes oscuros llamo la atencion de todos los del grupo y comenzó con algo en su guitarra que le sonaba familiar a Jean Pierre. No habia mucha gente observando a los chicos, solo una pareja mas del monton, una mujer embarazada y bronceada junto a una anciana que parecia ser su madre, un hombre que no llevaba un traje de baño y por eso desencajaba con la escena y él mismo, allí, un fenomeno con traje de surfista seco y una mochila de escuela, como si estuviera estudiando algo de la vida marina. Tenia puestos los lentes y no se habia dado cuenta, entonces se deshizo de ellos rapidamente, para disimular su cara de snoob.

Los muchachos comenzaron con la musica, nuevamente, estando todos deacuerdo, entonces Jean Pierre notó que realmente Dios si lo queria.

-Golpe de tren, de rodillas muevanse pies, que no veo si quiera la tez de mi piel o mi vida si tenia sombra se fue de cuclillas, si existia un sol se nos fue ya no hay vida ahora nos queda comer tus costillas...-Cantaba animado el chico de cabello descuidado y Jean Pierre recordó de golpe esa parte de los lyrics, recordando tambien como sonaba el resto de la cancion.

No se dio cuenta cuando habia avanzado al grupo, como si fuera parte de el, él mismo y habia comenzado a cantar, junto a los muchachos que sonreian porque para variar , tenia una bonita voz.

Cubrieron el sol, con pastillas pero Dios, si los pillas es mejor, si los pillas nos vamos, cantando a la luna

En un carnaval, un eco abismal, se va todo el mal y explota el Zar...que explote el Zar...

-¡Y que cante la hambruna!-se atrevió a decir, y los que tenian las manos libres aplaudieron animados, siguiendo la melodia que aun no acababa.

Hizo contacto visual con un hombre que le llamó mucho la atencion, era guapo, parecia simpático a su parecer, así que lo tacho en su lista mental: Ese tipo almorzaba gratis hoy.

Sakaki estaba metido en sus pensamientos, todo lo que pasaba en su vida, aun cuando era perfecta le confundía. Existían algunas relaciones que no eran de su agrado pero que mientras las mantuviera a raya todo sería posible. Se quitó la chaqueta, dejando reposar su mano en su hombro y poniéndola detrás de su espalda.

La forma de andar del muchacho no le fue indiferente a nadie, todos los que veían a Shunsuke, se sorprendían ante su manera de andar, casi como en una pasarela. Él conocía ese hecho como también lo explotaba en contadas ocasiones aunque en este caso no era así. Simplemente le resultaba más cómodo el estar en esa pose.

Algo sacó de sus pensamientos al chico, había algo parecido a música a su alrededor. Buscó de donde salía y cuando lo encontró sus ojos miraron en aquella dirección topándose con los otros ojos del tipo que estaba con los chicos. Shunsuke se encaminó hacia donde estaban ellos, para escuchar mejor y así poder ver a ese hombre que le había estado mirando.

Luego de que termino su improvisada presentacion, los muchachos se pusieron a cantar una de la banda que el no se sabia, por lo que dio su aparicion por terminada. Salió primero del circulo y luego dirigio la vista al sujeto de traje que tenia la chaqueta al hombro en pose de modelo. Lo miro de arriba a abajo por el simple hecho de que tenia un traje estando en la playa, luego se encogio de hombros, dijo algo para si mismo y sonriendo como niño pequeño, lo encaró, extendiendo la mano:

-Hola! Soy Jean Pierre! Te invito el almuerzo!-solto todo con fluidez aunque la propuesta en si fuera bastante directa.

Shunsuke se quedó mirándole paralizado, no se hubiera esperado una reacción similar de un sujeto al cual no conocía en absoluto y por su carácter no era bueno con la gente. Al menos no en ese tipo de situaciones.

Había dado un paso atrás cuando algo en su mente le hizo cambiar de opinión. Tendría que ser algo más amable con la gente si quería tener relaciones fuera del trabajo pero la verdad no se sentía con ganas de ello. No pensaba que la gente tuviera algo parecido a intenciones de entrar en su mundo y las fiestas y programas para su modelo, estaban al orden del día y eso hacía que casi no tuviera tiempo. Ese día era uno de los extraños días en su vida cotidiana que no había tenido que trabajar hasta tan tarde pero...si el teléfono sonaba, el tendría que atender esa llamada con premura.

Extendió también su mano apretando la del muchacho. - Encantado, soy Shunsuke Durant Sakaki - Se presentó esperando...no, mas bien deseando que no conociera a su padre, ya que era un famoso conde de la ciudad.

Durant. El apellido le sonaba de algo pero la parte de su cerebro que debia reconocer nombres estaba siendo azotada tristemente por el resto de su cerebro. Uusalmente sus neuronas le daban una paliza a esa zona y por eso ocurria el comunmente llamado fenomeno "distraccion".

Sonrio ampliamente y luego se llevo las manos a los bolsillos, haciendo que la mochila se ladeara un poco. Puso un pie en la arena, al frente y movio la cabeza señalando obviamente, pues queria encaminarse de una vez a donde deberian almorzar.

-Hay un sitio adelante donde podemos comer, casi en la entrada de la playa, el bar Hula, se me antojan unos cocos, que quieres tu? No me importan los gastos, estoy de buen humor!

Sakaki respiró aliviado. No había reconocido el apellido, era mejor así ya que realmente él no quería dar explicaciones del porque de los apellidos y mucho menos que hacia el hijo de un conde por ahí y de esa forma. Lo único que deseaba era poder descansar en paz, divertirse y trabajar ajeno a la familia. Si se podía llamar familia a eso.

Miró alrededor, para observar a todo aquel que estuviera a su lado. Había algo extraño en ese hombre y eso hacía que su mente intentara ver que era lo que pasaba y mirar al resto de la gente hacía que al menos no se diera cuenta…no del todo.

Solo asintió, mientras continuaba andando por esa arena que se iba metiendo en sus pies, miró una de sus manos, que llevaba los zapatos y la otra con la chaqueta y cerró los ojos negando con la cabeza esto no es posible casi salió una risita de sus labios aunque pudo contenerse algo para que el hombre no le tomara por loco. – Solo suelo comer sándwiches cuando estoy en días de trabajo, nunca se cuando sonará el móvil y tendré que volver para hacer preparativos. – Dijo encogiéndose de hombros. – Por cierto, no es que sea desagradecido pero… ¿Por qué invitas a un extraño a comer? No es lo que se suele hacer ya que nadie sabe con quien se puede topar uno.

Jean Pierre Soltó una risa fluida y relajada, muy natural en él, realmente esperaba que le preguntara eso pero no habia preparado ninguna respuesta que sonara coherente y simplemente optó por decir la verdad:

-Mi amigo Dios y yo hicimos una apuesta y Dios ganó, asi que como es debido, cumplo mi adorable penitencia de comprarle el almuerzo al projimo, pero no es que me moleste, es mas bien divertido! Y si es cierto que uno nunca sabe con quien se puede topar, hay mas chance de que seas un sujeto genial a que seas un asesino psicopata que quiera vender mis organos en el mercado negro o algo asi...me falta un riñon asi que no te lo recomiendo...-dijo eso ultimo en un tono mas bien apenado y continuo caminando, queria entablar conversacion con el sujeto asi que preguntó-¿Qué pasa contigo, hablando como los locos...por que llevas traje? Digo, no es que critique tu forma de vestir pero...ya sabes...Gucci y Arena no combinan-comentó mirando los zapatos y la chaqueta

Le miró con cara incrédula, ¿también había gente que pensaba así? Sonaba tan loco y tan…sensato al mismo tiempo que parecía surrealista…al menos para él. Sonrió divertido, algo que se estaba dando por costumbre de unos días para esta fecha. La verdad es que parecía un buen sujeto y eso le hacía pensar que la gente no era del todo mala…al menos no la que estaba a su alrededor. – Creo que eso no podría pasar, esos de los órganos uf…es demasiado para mi. – Cuando notó el cambio de voz iba a darle una palmada de aliento cuando notó como seguía caminando. Suspiró y continuó detrás de él. Torció el gesto divertido. – Si te lo digo te vas a reír. – Contestó con una mueca. – Acabo de salir de trabajar y como no tenía ganas de ir a casa simplemente me he puesto a caminar, solo eso, y mis pies me han traído aquí. Cuando me di cuenta, estaba en la arena y en fin…ya me ves. – Dijo alzando ambas manos donde en una tenía los zapatos y en otra la chaqueta. – Que por cierto debería ponérmelos. – Continuó al ver sus zapatos en su mano