Sin limites....peligro...(privado)

Al escuchar su respuesta la mire de reojo con una sonrisa, bueno, de cierta forma era natural que no contara su vida a cualquiera, por lo que asentí levemente, y cuando me devolvió la pregunta le dije. - Bueno... Lo mio fue por elección propia. Los Schneider llevamos gasolina en las venas. Mi hermano mayor fue un corredor de formula uno, y yo por un tiempo pertenecí a la U.R.L. alemana, aunque eso ultimo fue mas por imposición que por gusto. No hay punto de comparación en una carrera clandestina a una oficial. Aunque no descarto que en el futuro vuelva a ser un corredor profesional.

Al termino de aquello volví mi vista a la carrera con una sonrisa, aquel olor a neumáticos quemados era simplemente genial e indescriptible, como si fuera una droga para mi. Casi como si la necesitara para vivir. En cierta forma mi hermano Axel tenía ese gusto también por el neumático quemado, el decía que tenía mejor olor que su comida favorita, aunque yo en aquel tiempo no lo tomaba tan enserio, pero era hasta ahora que lo entendía.

-yo no podria correr en una legal, odio las reglas....yo poseo las mias , no acato ninguna otra...-respondi viendo como un auto sacaba de la pista al otro, provocando que el otro se estrellara contra un paredon- aparte, no se me esta permitido involucrarme en sucesos como estos...

Mis ojos brillaron, con solo pensar lo que podia llegar a pasar si la prensa se enteraba me daba gracia. Mis venas en vez de llevar sangre, llevaban adrenalina, el peligro estaba escrito en mi rostro.

-el escandolo que se armaria si se enteraran que participo en estas carreras o en peleas ilegales....-comente riendo.

Aburrida de la carrera, me levante. Camine tranquilamente donde estaba Lance y me coloque entre sus piernas, apoyando mis brazos a cada lado de su cuello.

-quien diria que encontraria algo interesante en ese Instituto de niños mimados...- comente. Mire de reojo a mi alrededor, los sujetos que se habian llevado a Nicola habian regresado y estaban a una distancia prudente de mi.

Al escuchar sus palabras le sonreí levemente. - Bueno, obviamente lo que esta en juego en una carrera legal es muy diferente a lo que sucede aquí, y no lo digo por el dinero porque en este lugar también se puede ganar un excelente dinero. Sino que allí se compite por la posición en el ranking, por la fama y la gloria de ser el numero uno, y claro, para tener la admiración de las grandes masas.

Mire hacía el frente para así continuar. - Aquí todo eso no interesa. Las carreras clandestinas es como un diamante en bruto. Tiene un inimaginable valor, pero no cualquiera lo considera así. - Al termino pude notar como se levantaba y se acerco a mi sujetándome del cuello, por lo que al escuchar su comentario reí levemente. - Yo también puedo decir lo mismo. - Pose mis manos en su cintura y la jale hacia mi. - Nunca considere realmente que alguien de ese instituto pudiera estar aquí, pero me alegra haber estado equivocado en mi teoría. Al conocerte tengo la seguridad de que esta ciudad aun tiene muchas sorpresas para mi. - Al termino me dedique a verla directamente a los ojos con una sonrisa con cierto toque de malicia y picardia.

-aca se compite por gusto, por el amor al peligro, a la adrenalina....y tambien para marcar un respeto...-mire como el conductor del auto que habia sido embestido salia tosiendo- yo respeto a los que tienen el valor de conducir y dejar su vida en ello....

Sonrei al ver como el sujeto gritaba de la emocion, diciendo algo "soy invesible, nada me mata". No habia ganado, estaba segura que golpearia al que lo saco de la carrera de esa forma, pero el hombre estaba orgulloso de haber salido sin un rasguño.

Sus manos se posaron en mi cintura, haciendo que me pegara mas a él. Me mordi el labio inferior, su sonrisa y esa mirada de malicia con un toque de picardia me encantaba. Odiaba a los chicos buenos, aunque siempre era divertido jugar con alguno.

Sin quitar mis ojos de los suyos me fui acercando a él, hasta atrapar sus labios. El beso no era nada inocente ni buscaba que lo fuera.

-ten por seguro que hay muchas sorpresas en esta ciudad...-murmure en su oido una vez que deje sus labios

Si... Yo también, después de todo, no cualquiera esta dispuesto a dejar su vida tras el volante, y mucho menos en esta clase de lugares. - Al decir aquello la visión de un chico se formo en mi cabeza, era mi hermano Axel, para mi, mi mas cercano ejemplo de "valentía motorizada". De algo estaba seguro, si Axel estuviera aun con vida y conociera a Brigitte le tendría un gran respeto, por lo que eso causaba un efecto domino en mi, ganándose automáticamente el mio.

Ella se acercaba a mi hasta que nuestros labios comenzaron a acariciarse unos con otros, y al instante le correspondí el beso con la misma intensidad que ella lo hacia. Al mismo tiempo afirmaba mis manos en su cintura, el beso no era nada inocente, y no me importaba, al contrario, aquel toque de lujuria lo hacía aun mejor. Y cuando se separo y me dijo aquello al oído le sonreí. - Y yo que adoro las sorpresas. - Le susurre aun con aquella sonrisa dibujada en mi rostro. Lo que si me preguntaba en aquel momento era que me depararía el futuro de ahora en adelante... Era el momento de volver a sujetar por mi cuenta el "volante" de mi vida.

En aquel momento la observe retirarse mientras movía sus caderas, iba directamente hacia donde estaba aquel grupo de personas bailando, no pude evitarlo otra vez y mis ojos se posaron en sus caderas, moviéndose al ritmo de la música, en aquel momento sonreí levemente, esque rayos, con aquella ropa se ve tan sexy que me era imposible no retirar mi vista de ella. Cuando ella se coloco al centro de la improvisada pista de baile la observe detenidamente mientras se contoneaba. En ese momento me cruce de brazos, en aquel instante la vi sonreír de una manera completamente diferente, lo cual también provoco en mi una sonrisa llena de curiosidad.

Después de algunos segundos extendió sus brazos hacia mi y me llamo, por lo que coloque mis manos en la cintura mientras me acercaba a ella. Comenzando a mover mis manos, y al estar cerca de ella comencé a mover mis piernas , y aunque el baile no era mi especialidad, bueno, sabía como mantenerme bailando sin llegar a hacer el ridículo, pero mas que bailar, lo que quería era ver bailar a Brigitte de mas cerca.

La observaba bailar, con aquellos movimientos exactos a la música y dándole ese toque tan sensual, sin duda era un placer estar en "primera fila" para verla. Pero de pronto se acerco a mi y apoyo sus manos en mi pecho para así bajar nuevamente y subir para seguir bailando... Yo indudablemente estaba fascinado por la sensualidad y sutileza de sus movimientos para bailar. Yo trataba de bailar lo mejor posible, moviendo mis pies al compás de la música y en ocasiones moviendo la cadera.

Cuando se alejo de mi le dije. - Bailas estupendamente bien. - Le dije mientras la observaba detenidamente, cuidando detenidamente sus movimientos. No sabía porque, pero llegaban a ser hipnóticos en mi, ya que mientras la observaba contonearse con aquella sonrisa divertida, cualquier otro pensamiento desaparecía al instante y solo se fijaba en mi mente la imagen de Brigitte, era algo con lo que me era muy difícil de combatir, por no decir imposible... Eso y el hecho de que no tenía la intención de quitarla de mi mente en este momento.

Me sentia genial, libre. El baile era lo unico sano en mi. Era lo unico en el cual no lastimaba a terceros, solo me concentraba en mi y en la musica, la melodia que me envolvia poco a poco transportandome a otro lugar.

No me interesaba si habian sujetos mirandome con lujuria, si despertaba los deseos mas primitivos de los hombres, era algo que me traia sin cuidado, yo solo lo que buscaba era divertirme.

Movi mis caderas hasta la ultima melodia, una vez que finalizo yo abri los ojos y sonrei, me sentia renovada. Camine hasta cortar la distancia con Lance, mis brazos rodearon su cuello.

-gracias...amo bailar...-pronuncie. Estaba dispuesta a unir nuestros labios, cuando uno de los sujetos que trabaja para mi se acerco, carraspeando para llamar mi atencion.

disculpe...pero es importante

Lo mire de reojo y tome el papel que me ofrecia. Mis ojos se abrieron a mas no poder por la sorpresa al leer nombre que estaba plasmado en la hoja.

-no lo quiero cerca mio...y quiero que averigues todo...cada cosa desde la ultima vez que lo vi...- mi voz era fria igual que mi mirada, aunque no parecia que la situacion me alterara, por dentro era un mar de nervios.

Me recargue en el pecho de Lance cerrando los ojos, ahora si mi vida tendria un poco de picante.

Queria diversion...pues tendre diversion....

Cuando la música acabó Brigitte se acercó hacia mi y me rodeo el cuello y lentamente se fue acercando a mi con intenciones de besarme, y bueno, no me iba a negar por lo que también me iba acercando, pero uno de los trabajadores de Brigitte le llamo la atención y le presento un sobre con el nombre de una persona el cual no alcancé de leer bien, pero pude notar cierto tono de voz en la chica el cual me hizo deducir que no le era de su agrado, por lo que cuando se recargo en mi pecho la abrace fuertemente.

Cuando ella cerró los ojos lleve mi diestra a su cabello y comencé a enredar mis dedos en sus suaves y sedosos cabellos. - Veo que te trajeron correo no deseado ¿cierto? - Le pregunté mirandola de reojo mientras seguía enredando mis dedos con delicadeza y en ocasiones acariciar su mejilla con mi pulgar, sintiendo su suave y aterciopelada piel, era muy agradable al tacto, no lo iba a negar, pero aquella inquieta respuesta que le dio a su trabajador sin duda me dio incertidumbre, siempre mostrandose tan segura de si misma, de seguro aquella carta venia de alguien que la hacía titubear... ¿Quien sera esa persona?

El pasado y el presente, se habian unido para destruirme. Era cierto, todo lo que se me venia era a raiz de mis actos y aunque me dolia, sabia que no cambiaria nada de mi pasado, una promesa era una promesa y yo poseia palabra.

Detestaba este sentimiento que poseia para aquella persona, no sabia que era, pero algo tenia en claro...era él o yo....

Me deje mimar por Lance, como hace rato no se lo permitia a nadie. La tranquilidad y la frialdad eran lo que me iban ayudar a cumplir mi objetivo. Solamente con la mente fria iba a poder descubrir que se trai entre manos él.

Suspire frustrada, recargandome mas contra él.

-no te das una idea...-respondi disfrutando de sus caricias.- pero ya lo solucionare...-agregue segura de mis palabras.

Disfrutaba cada caricia que le proporcionaba a Brigitte, casi como si fuera yo el que recibiera esas caricias en vez de ella. Al escuchar su respuesta le sonreí levemente. - Si alguna vez necesitas un favor, el que tu quieras, puedes pedírmelo... Sería un honor poderte ayudar. - Le dije aun manteniendo aquella sonrisa en mi rostro mientras observaba como se recargaba aun mas en mi pecho.

En aquel momento imagine que su mente debía estar hecha un mar de confusión, por lo que se me ocurrió algo al instante. - ¿Pero que te parece si mientras tanto bebemos algo?... Quizá así te relajes un poco. - Aquello era un "remedio" que yo tenía contra las penas y preocupaciones, sin duda un buen trago me ayudaba considerablemente a olvidarme de aquello, incluso a pensarlo desde varios puntos de vista y así darme una solución fácil, quizá Brigitte era lo que necesitaba para tranquilizarse un poco, y si ella lo deseaba, podía charlar de eso conmigo, pero no deseaba verme demasiado chismoso, así que dejare a Brigitte que sea ella la que de el primer paso... Si ella así lo desea.

Oi sus palabras y aunque odiara admitirlo, sabia que eran sinceras, pero aun asi, yo sabia que jamas iba a recurrir a él. Mis actos solamente yo los conocia, eso me beneficiaba, ya que de ese modo no dependia de nadie, solamente de mi.

Igual sonrei, me habia parecido un buen gesto de su parte.


Beber algo...¿ por que no?...

Hace rato no iba por algunas copas y me parecia perfecto. En este momento deseaba distraerme, olvidarme de lo que se venia a mi. Hoy me divertiria y mañana....mañana planearia como sobrevivir a mi destino.

-me parece genial...donde tu quieras podemos ir a beber...-respondi sonriendo. Mire nuevamente a mis ayudantes, no me quitaban la vista mientras hablaban por celular, ya se estaban poniendo a trabajar sobre aquel asunto.

Note como evidentemente omitió la parte en la que le ofrecía mi ayuda... Consiente estaba de que ella era orgullosa, y que mi ayuda solo le parecería, no se, como la que le podría proporcionar cualquiera de los tipos que estaban cuidándola en ese momento. No me molestaba, de alguna manera me había imaginado una negativa a mi ayuda, por lo que sonreí levemente asintiendo.

En ese momento escuche su pregunta y le dije. - Pues no lo se... - La observe detenidamente. - ¿Debo recordarte que soy nuevo en este lugar? Supuse que conocerías un buen sitio a donde ir. - Al terminar retire delicadamente mi mano de su cabello para posarla en su mentón sosteniéndolo con mi pulgar y mi dedo indice... No se, aunque me agradaba la idea de volver a abrirme paso en una nueva ciudad y formar denuevo mi nombre en las calles, siento que necesito a mis compañeros de "Street-X". El solo recordar aquellos viejos tiempos me hacia sumamente feliz. Y en verdad deseaba que esa misma pasión que tenía en Münich, pudiera llevarlo a cabo tambien aquí en Versalles.

Por un momento me habia olvidado que él era nuevo. Aunque yo tampoco llevaba mucho tiempo aqui, sabia donde podiamos ir a tomar unas copas. Mejor dicho, sabia de todos los lugares que una "señorita decente" no tenia que saber.

Sonrei al ver su accion. Me acerque levemente y roce nuestros labios nada mas, para luego separarme.

Mire a uno de los sujetos que tabajaban para mi y le tire las llaves de mi auto.

-guardenlo...yo no puedo ir manejando...-termine de decir. Iba a ser cuidadosa de ahora en adelante, los de mi entorno sabian que ese era mi auto, asi que mejor era pasar desapercibida.

-¿podemos ir en el tuyo?- interrogue a Lance- yo te guiare...

Pude ver como Brigitte le lanzaba las llaves de su auto a uno de sus trabajadores pidiéndole que lo guardara, y al escuchar su pregunta asentí levemente. - Por supuesto que si... Ven. - La sujete de la cintura mientras caminábamos hacia el auto, y al llegar a la puerta del copiloto la abrí para que ella pudiera entrar. El auto aun seguía reproduciendo canciones del estéreo, por lo que cuando ella se sentó en el auto saque mi control remoto y baje un poco la música, no quería que saliera de mi auto con los oídos sordos.

Al estar ella adentro sonreí levemente cerrando su puerta y así entrar yo para así encenderlo y ponerlo en marcha. Tenía mi mano izquierda en el volante y la derecha en la palanca de velocidades. Y cuando el auto estaba en tercera retire mi mano derecha de la palanca y la pose denuevo en el mentón de la chica con delicadeza y la observaba de reojo con una sonrisa mientras esperaba alguna indicación que recibir de su parte.

Él poso su mano en mi cintura, guiandome a su auto. Como todo un caballero Lance me abrio la puerta para que entrara, una vez que me acomode en el asiento de copiloto, él bajo el volumen de la musica.

Cerre los ojos, suspirando tranquila. Era una noche increible, no podia negar que la estaba pasando de maravilla, inclusive la carta de esa persona tan importante y molesta a la vez para mi me parecia divertida en este momento.

Abri los ojos al sentir que Lance entraba con una sonrisa, a lo que yo le respondi con una igual.

-sal por donde entramos y segui derecho, yo te dire cuando doblar...-indique. Ya sabia donde podiamos ir a beber un poco, un lugar agradable pero divertido.

En aquel momento tome la indicación que me dio Brigitte y tome el rumbo por el que habíamos entrado y seguí derecho como ella me lo pedía. Y a pesar de que la música del auto estaba en un bajo volumen, el subwoofer que tenía hacía que retumbara levemente los vidrios del automóvil, era algo que me encantaba integrar en mis autos, después de todo, un auto sin un buen equipo de sonido no es un buen auto para mi, así de simple.

En aquel momento mire de reojo las calles, grabándome el camino que recorría para así, si aquel lugar era de mi agrado, como esperando de Brigitte seria un buen lugar, pueda venir con regularidad. Aquellos lugares suelen ser visitados por gente odiosa, pero que le da ese toque entretenido al lugar, algo paralelo al submundo de las carreras clandestinas. - ¿Quieres hablar del remitente de la carta que recibiste o prefieres reservarlo para ti? - Le pregunte directamente, igual no perdía nada preguntándole, si deseaba hablarlo estaba bien, y si no... Lo entendería.

El lugar al que ibamos era uno de mis favoritos. Se podia encontrar de todo, desde los competidores de carreras ilegale, en un sector, en otro habian modelos, personas famosas y de un alto poder y por ultimo, los cuartos vip, por asi decirlo.

Desde ese cuarto podias observar toda la fiesta, escuchar buena musica y tomar excelente bebida.

Le hice seña a Lance para que doblara a la derecha. Una vez que lo hizo sus labios pronunciaron una pregunta que ya me esperaba.

¿Quien era esa persona? Era mi angel y mi demonio, mi condena y mi salvacion...era el todo y la nada en mi vida...

Pense mientras miraba por el espejo retrovisor. Guarde silencio un segundo y luego suspire.

-en realidad...los temas de trabajo me los guardo para mi... -respondi. Me caia excelente Lance, pero ni siquiera mi tio, que lo consideraba mi padre, al que le contaba todo sabia sobre esa persona y de lo que yo le habia hecho- soy muy reservada en esos temas, por eso mi exito...

Al escuchar esa respuesta asentí levemente por la cabeza, era lógico, yo era un desconocido para ella, y debía guardar extrema discreción pero bueno, era lo de menos. Por lo que cuando ella me dio la indicación de doblar a la derecha lo hice con un movimiento suave en el volante y en aquel momento pise un poco mas el acelerador para cambiar de velocidad y que el auto se revolucionara como debe ser.

Ya veo... Me lo imaginaba, te vez una chica muy discreta. Después de todo hay que saber siempre a quien contar nuestros mas íntimos secretos. - En aquel momento mire hacia el frente volviendo a revisar las calles detenidamente, viendo los letreros que habían, y alguno que otro lugar discreto, ya fueran cantinas o bares corrientes. Ese tipo de lugares done se encuentran personajes muy pintorescos. Pero bueno, era la manera mas correcta, para mi, de conocer una ciudad, explorándola en auto.

- es preferible que los intimos secretos los sepa uno mismo solamente, ya no se puede confiar ni en la sombra de si mismo....-agregue.

Mi motivo no era que fuera desconfiada, sino que seguia mi propia regla de oro. "Mientras menos lo sepan, mas posibilidades de ganar tenes.."

Le indique que doblara nuevamente. Ya se podia oir la musica, un edificio imponente se alzaba, se podia divisar una fila de mas de una cuadra y unos guardaespaldas controlando quien entraria y quien no.

-llegamos...-dije. Hace rato no venia, pero seguia teniendo la misma pinta de siempre- aqui encontraremos de todo....

Al escuchar las palabras de la joven asentí levemente. - Bueno, es evidente que tu y yo nos manejamos diferente en las calles bajas. - Al termino sonreí levemente, en las calles cada persona ejecutaba una estrategia personal para tratar de sobrevivir, y si aquello le funcionaba a Brigitte, lo que menos debía hacer era perturbar sus propias ideas. Yo a diferencia de ella me basaba en la confianza, claro, siempre y cuando sabiendo con quien confiar, y si esa persona me traicionaba, me lo cobraría con creces... Llegando al extremo que fuera necesario.

Gire el volante cuando ella me lo indico y pude observar un enorme edificio y una enorme fila de autos lujosos y un escuadrón de guardaespaldas teniendo el lugar sereno. - Vaya... Si que sabes elegir buenos lugares. - Dije con una sonrisa mientras me acercaba lentamente hacia la puerta de aquel lugar, notando a lejos a las persona que entraban en aquel sitio, gente de gran poder, eso era mas que evidente por los autos de los que salían y de la seguridad que venia detrás de ellos.

De pronto Brigitte me tomo del brazo y entramos en aquel lugar donde denuevo las miradas se posaron sobre la joven, bueno, tal parecía que ella tenía una reputación muy marcada en los sitios que frecuentaba. Yo me dedique a observar a aquellas personas... Resultaba demasiado gracioso. Había empresarios que trabajaban también en Münich... Empresarios a los cuales yo, junto con mis colegas, "tomamos posesión" de algunos camiones de carga de sus empresas. Me resultaba un evento irónico, ellos no tenían la mas mínima idea de quien era mientras que yo les había robado algunos caramelos de su dulceria.

Subimos las escaleras hasta que llegamos a una habitación muy equipada, Brigitte se acerco al sillón y se sentó en el, mientras que revisaba aquel lugar detenidamente. - Vaya vaya... Veo que no te gusta sufrir. - Le dije con una sonrisa. Era curioso, aunque tenía una posición económica envidiable, yo nunca había visitado un sitio tan exclusivo. Era evidente que me encontraba frente a una chica de mucho poder económico... Y quien sabe si ella poseía otro tipo de influencias... Tampoco era como si le fuera a tener miedo, Brigitte era una chica formidable y me encantaba su compañía... Pero lo mejor sera andarme con cautela con esta chica.