My body tells me no, but I won’t quit, cause I want more! [Libre]

-¿Te puedo ofrecer un cigarrillo, nena?

-No, solo fumo los domingos... y no soy tu nena, ahora piérdete, y más te vale que no vuelva a ver tu cara.

Sentada en la barra del primer bar con el que se encontró, Kururi apuró su trago después de mandar al traste al tercer tipo que se le acercaba queriendo hacer su velada más "amena". Bah! ¿Acaso creían que era tan tonta niña de rostro inocente como para enrollarse en un desliz de una noche? Idiotas...

-Sírveme otra, querido. -dijo al hombre detrás de la barra.

-Cuando me hayas pagado las anteriores, "querida".

-Tsk, que molesto eres... -sacó un Rolex reluciente de su cortísimo short de mezclilla y lo deslizó por la barra hasta las ávidas manos del barman- Ahí está, ahora, sé amable y dame la maldita botella completa. – La actitud que llevaba puesta era poco usual de la castaña, pero ya con alcohol encima ¿Quién no cambia de actitud?

El barman sonrió de lado, avaro, y sin dejar de mirar el costoso reloj color negro casi le arrojó a Noe la botella de tequila, la cual cogió en pleno vuelo.

-Que malos modales, por dios... -se estiró cuanto pudo sobre la barra para alcanzar un caballito y servirse apropiadamente. Si había algo que había aprendido muy bien cuando estuvo en aquella banda antes de ser arrestada fue a beber correctamente. Era por eso que, a pesar de llevar la mitad de una botella de potente tequila reposado ella sola, apenas y se le notaba un leve rubor o algún síntoma de embriaguez. 5 sentidos en todo momento.

Y que bastardos 5 sentidos. Realmente trataba de embriagarse, pero simplemente no podía. No podía perderse en alcohol, y olvidar que a pesar de que estaba en la mejor escuela de Francia con su hermano mayor, le faltaba su hermana gemela, o mejor dicho aun su única confidente. En realidad ella no había buscado ir a la Academia, pero la oportunidad se le presentó, extrañaba a su hermano, pero no sabía que su hermana también le haría falta. Entonces fue que recordó como fue que llego a la academia, todo gracias a “una beca de buena conducta” - Everything is possible - Recordo la palabras de su hermana al dejarla partir. Mordisqueo sus labios aguantando las ganas de llorar.

Y lo peor de todo era que moría por un cigarrillo. Y no era domingo.

"My body tells me no, but I won’t quit, cause I want more!" escuchó sonar en el reproductor portátil de algún tipo del lugar. Genial, ahora las canciones también la torturaban.

Y joder, beber sola era tremendamente aburrido. Estaba a punto de levantarse para ir a buscar algo que hacer (algo que robar y divertirse, recordar las cosas que solía hacer en familia) en la zona residencial cercana, y tal vez, tal vez, sumergirse desnuda en la fuente de la plaza, cuando algo la hizo parar...