Perdida en un Lugar desconocido ~ (Priv. Demian Fournier)

Era de noche, una noche algo fria para ser honestos, mi cuerpo estaba
cubierto por un suave traje negro que era acompañado por una gabardina
del mismo color. La camisa blanca se mostraba un poco bajo aquel gran
abrigo, no solia ser alguien que respetara mucho las reglas, aun a pesar
de que lo pareciera.

Aquella noche en especial me habia decidido a salir a dar un paseo para
conocer un poco mas de aquel lugar donde vivia ahora, mis manos se
posaban en los bolsillos de mi pantalon mientras caminaba con calma
por la calle obscura de Paris.

Me encontre con algo curioso, una silueta se posaba no muy alejada de
mi, casi en la entrada de una gran mansion vieja y abandonada a la
vista, pues el cesped del jardin se mostraba elevado y descuidado, me
acerque de a poco, descubriendo con agrado de quien se trataba, lo
cual me hizo dar unos pasos mas hacia delante para seguirle.

Ella se habia adentrado al jardin por lo que supuse entraria al lugar
asi que simplemente camine unos paso tras de ella y luego con un suave
susurro esperando no asustarla demasiado hable.

No son horas de estar fuera del colegio Delilah De Blois

Hable con un tono serio, mas con una calida sonrisa en mi rostro mientras
esperaba que la chica girara su mirada hacia mi.

Sentí de pronto como el peso de ella caía sobre mi, y no hice mas que
cubrir con mis brazos la cintura de ella para evitar que se lastimara, mis
manos se fijaron una a la otra mientras caía y luego reí un poco ante
el golpe que había recibido mi espalda

¿Estas bi... Escuche como hablaba y la silencie Ey shh Deli ¿estas bien? no pidas disculpas...

Escuche algo entre los arbustos por lo que mi reflejo fue jalar un poco
mas cerca a Deli para que quedara apegada a mi

Yo vere...

Dije mientras me levantaba con cuidado, asegurandome que ella
se mantuviera bien, me acerque casi a gatas hacia el lugar y con sorpresa
un mechon algo grisaseo se escondia tembloroso de aquella fria noche.

Vaya Deli, encontre al mounstruo... Dije un poco alto mientras me
despojaba el abrigo y con cuidado cargaba a aquella criatura en mis
brazos, cubriendole del frio. Ven Deli...mira esto

Me incline un poco para que ella pudiera mirar a detalle a aquel
pequeño ser de orejas puntiagudas que ronroneaba ahora en mis brazos
acomodado en el calido abrigo. Mis manos frotaban un poco este para
que mantuviera el calor en el y por ende calentara al pequeño minino.

Tenia un pelaje grisaseo, aunque a notar por su vida se podia saber que era solo
pequeños rastros de polvo y suciedad que lo tenian de aquel tono, pues aun ciertas
zonas se notaban blancas como la misma nieve.

Deli, no estoy seguro de que nos dejen tener una mascota en versailles
pero....

Observe al minino y suspire un momento mientras miraba la mansion y
volvia a mirar a mi compañera, mordi un poco mi labio mientras pensaba
aquella mansion, sabia que aquella estaba embrujada por lo que no
podria dejar que Deli viniera cada noche.

Era imposible que dejáramos al felino ahi, mucho menos cuando se miraba
que Deli no era una chica cruel, puse los ojos en blanco y sonriendo la mire

Sera un secreto, deberemos cuidarlo para que nadie note que esta ahi
y ya veremos como le haremos para adquirir un permiso de tenerlo sin
necesidad de esconderlo ¿de acuerdo?


Mire su ropa y sonreí un tanto divertido un tanto preocupado, le tome la mano aun
sujetando en la otra al pequeño gatito y la guié hacia la mansion antigua, sabia que
ahi tendria la ayuda de alguien para que el pequeño se limpiara al igual que la nueva
ama del mismo....

ven tenemos que entrar

Sentí como ella comenzaba a ponerse nerviosa, un poco tensa ante aquello
también, por lo que me detuve un poco y gire para mirarla a los ojos con
calma y con una sonrisa en mi rostro.

No creo conveniente volver así al colegio, estamos sucios, por lo que seria
bueno entrar y asearnos un poco, no pasa nada, si, hay algo ahí dentro que
no es normal, pero te aseguro que nada nos va a pasar...

Asegure con una calma notada en mi voz mientras le acariciaba la
mejilla con mi dedo indice y le sonreía

Pero si no quieres, podemos regresar, tampoco voy a obligarte a entrar
así que tu dime...

Sonreí mientras le miraba y esperaba que respondiera algo, después de
todo no era cortes obligar a alguien a entrar o estar donde no deseaba
dentro solo se encontraba una Familia, dos niños pequeños y una mujer
¿la historia? no la conocía del todo pero me había dado algunas veces
el tiempo de observar un poco el lugar y con ello me había topado con
cada uno de los mencionados, que parecían si bien, sentir que la
presencia humana era algo extraño, a excepción de alguien a quien yo
había visto ya alguna vez entrar y salir sin mas, después de todo era una
de mis tareas conocer un poco sobre todo el lugar.