Bar Legend

Spoiler:

Es un bar que esta en la zona mas llamativa de la ciudad. Sus puertas son estilo antiguas casi medievales y al abrirlas parece que pesaran una tonelada. Una vez dentro del lugar se ven mesas diseminadas por todo el local, todas y cada una de ellas son de madera con sillas de igual material, solo algunos reservados tienen sillas que podrian pensar que son sillones de aquella epoca. La barra parece la de una taberna de esa epoca.

Daniel se encontraba en la barra limpiando las pocas cosas que habian quedado de la mañana, ya era por la tarde y eso hacia que no hubiera mucha gente. Hizo un gesto a un compañero y este fue a atender a una pareja que habia entrado en el local. Durante unos minutos el muchacho habia desaparecido por una puerta para aparecer pasado ese tiempo vestido con indumentaria medieval. El pub estaba

Furubi entraba a aquel bar, estaba un tanto aburrida aquella ocasion asi que no tenia otro lugar a donde ir, tampoco era que buscaba algo en espesifico asi que al ir caminando y encontrar aquel local ella se habia quedado mirandolo por varios minutos suspiro y entro con su rostro un tanto menancolico, al estar dentro del lugar miro todo a su alrededor no habia mucha gente pero tampoco era pocala cantidad de individuos que estaban alli, asi que camino lentamente hasta la barra arrastro la banqueta que tenia delante de ella hacia atras y luego se sento en ella haciendose un poco para adelante para poder acercarse junto con la banqueta, luego de ello apollo sus razos en forma de nido y coloco su menton sobre ellos. dando un gran y fuerte suspiro menancolico y sin vida...

Daniel escuchó la puerta y se giró hacía ella con una sonrisa. - Bienvenida. - Dijo mientras la miraba con seriedad. Algo pasaba en esa chica, al menos así se veía. Atendió a aquellos que en ese momento estaban en la barra y se dirigió hacia donde se encontraba la chica.

Que deseáis bella dama. - Preguntó en la forma de hablar antigua. Se veía tonto así pero no le quedaba otra.

Furubi escucho la vos del joven y levanto la mirada, le ovserbo por varios segundos y luego tomando aire contesto-pues,la verdad no se...pero digame ¿que me recomienda usted joven?-Furubi siguio su juego hablando de la misma forma educada y delicada.

Sonrió dulcemente asintiendo, se la notaba muy joven así que no le daría algo con alcohol, pero eso no quitaba para que pudiera tomar algo parecido a lo que los "mayores" tenían en sus vasos.

Bien aquí tenéis. - Era algo similar a un licor pero claro, le faltaba el alcohol. - Esto es manzana. A ver si os gusta. - Dijo mientras se oía a otro cliente en la barra gritar. - Ya voy milord, esperad un segundo. - Se giró de nuevo a la chica. - Creo que estais preocupada por algo, aquí teneis un hombro donde llorar penas o un "cura" con quien "confesaros". Si me disculpáis ahora vuelvo. - Se giró antes que la chica pudiera decir nada para atender a la persona que en ese instante había estado gritando. No tardó ni un minuto en servirle, volvió de nuevo a donde estaba la chica. - Bueno, que me decis.

Furubi dirigio su mirada hacia el contenido blanco, sonrio de medio labio y tomo el liquido, estaba delicioso y solo le sonrio al chico dandole a entender que le habia gustado...
unos minutos despues ella le mira con sorpresa por e comentario del joven ella nuevamente vuelve a sonreirle y negando con la cabeza contesto lo siguiente-mmm...mmm... no os preocupeis gentil caballero, esta dama no es de las fragiles-y terminando aquel comentario dio una pequeña risilla, el chico pronto le pidio que le aguardase un momento ella asintio y espero, nuevamente volvio a escucharle dirigirse hacia su persona y volvio a contestarle ¿que, que le digo?,mmm...pues buena pregunta...mmm-se queda pensativa un par de segundos y luego contesta -pues digamos que me estoy consintiendo un poco, puesto que hacia mucho no lo hacia-volvio a sonreir dejando ver una dulce expresion.

Aunque no seáis una dama frágil, no quiere decir que tengáis que esforzaros en no llorar. - La miró con ternura. - Mi hermana por ejemplo tiene un temple y una fortaleza increíbles y aun así mas de una vez la he visto llorar. - Tomó aire para continuar. - Quiero decir que una persona fuerte no es aquella que intenta parecerlo, sino aquella que sabe sus debilidades y no se esconde de ellas.

Arqueó las cejas ante ese comentario. - No entendí lo que queréis decir. Todo el mundo de una manera o de otra siempre se consiente. Así que realmente eso no lo entiendo. - Continuamente miraba hacia los lados y la puerta. Aunque estuviera hablando con la chica debía estar atento a su trabajo.

furubi le escuchaba atenta a lo que le desia sin quitar la sonrisa de su rostro, siguio bebiendo aquel liquido hasta terminarlo y luego contestto-ho... no se preocupe por ello, he llorado inumerables veces no me mal interprete no aparento guardar mi dolor es solo que a veces necesito hacerlo a un lado para disfrutar las pequeñas cosas de la vida, no puedo andar por ahi lamentandome por cada cosa que he vivido, es mas, prefiero enfrentar las bofetadas de la vida con una sonrisa que con amargura y desesperansa... puesto que fuerza de voluntad y apollo no me falta...-furubi finalizo y siguio escuchando ella solo dio otra risilla graciosa y endulzando su vos observando un tanto juguetona su baso le contesto lo siguiente- a lo de consentirme es que de hace mucho deje de pensar en relajarme o hacer algo que hace mjucho no hago, he tenido muchas obigaciones muy importantes en mi vida que me temo que base casi todo mi tiempo en ello sin pensar en lo que yo queria de verdad olvidandome de mi misma... como persona-

Sonrió dulcemente. – Eso no debéis consentirlo nunca a partir de ahora. Nadie debe olvidarse de si mismo. Eso va contra las leyes de la naturaleza y si de pronto os dais cuenta que algo así está pasando, buscad a cualquier amigo para que os de algo con lo que continuar. – Miró de reojo y vio a un camarero cerca de la barra. – Disculpadme un segundo que voy a mirar que es lo que quiere. – Dicho esto se encaminó hacia el otro lado de la barra y conversó con otro chico para acto después encaminarse hacia donde estaban todas las bebidas e ir haciendo los cócteles que le habían pedido. Solo tardó unos minutos. Volvió de nuevo donde estaba la chica. – Emmm…Lo siento no me he presentado, soy Daniel González, vuestro humilde servidor. – Hizo una reverencía al acabar la frase

Furubi asintio con la cabeza ante el consejo del joven a lo que le correspondio con una sonrisa, luego de unos minutos el chico pidio que le esperase, y volvio a asentir con su cabeza, cuando el chico volvio ella se percato de su presencia y su elegante presentacion por lo que volvio a esbosar una sonrisa y se paro frente a la barra levantandose de la silla...
-pues, es un gusto conocerle mi nombre es Furubi Azumi y es un placer-tambien hiso una reverencia y se volvio a sentar mirandole sonrientemente.

Las mejillas del chico se tornaron rosadas ante lo que había hecho la chica. No se esperaba ese estilo de cosas, de hecho nunca le habían tomado en serío cuando debía hablar así a la gente. Reaccionó de pronto intentando poner su habitual sonrisa. – Emmm…encantado tambien Furubi. Sois alguien diferente en este lugar. Resaltais de una forma extraña. – Se quedó parado mirando fijamente a la chica. – Yo…lo siento no quería ser impertinente

Furubi dio una pequeña risilla y le miro aun sin quitar la sonrisa de su rostro, luego ladeo la cabeza un poco-¿resaltar?, jijiji... pues si es una forma de decir que soy original me alegro-luego miro al chico con sorpresa por su disculpa tan sorpresiva para ella,sonrio con dulzura y le contesto-no debeis darme ninguna disculpa mas joven... puesto que no es impertinencia el preocuparse e intentar ayudar a los demas, asi que no se perocupe ¿vale?-le vuelve a sonreir y apoya su menton en ambas manos mirandole aun fija.

Sonrió asintiendo. – Esta bien, no os preocupéis por eso mi lady que no volverá a suceder. – Miró hacia la puerta viendo a una pareja entrar y sentarse en una mesa. Volvió su mirada de nuevo a la joven. – Como sigais mirandome así van a pensar mal el resto de los clientes. – Volvió a decir sacando la lengua a modo de broma mientras miraba con detenimiento sus ojos azules

furubi sonrio ante el comentario del joven para luego abrir sus ojos con sorpresa...mientras se sonrojaba de golpe -...etto...la...lamento eso-dice un tanto apenada, pues no se habia percatado de la gente mientras le miraba toda ruborizada y avergonzada a la vez.

Sonrio divertido tocando la mejilla de la chica - No os preocupeis por eso Furubi, no pasa nada. - La miro con dulzura. - Si lo llego a saber no os digo nada aunque reconozco que estais preciosa con ese color en vuestras mejillas

Furubi se sonroja aun mas mirandole en silencio sintiendo el tacto de la mano del joven en su mejilla... ella atino a dar una media sonrisa intentando ocultar mas su sonrojo, pronto aparto la vista mirando de lado.
-etto...de..de acuerdo, este... *suspira* gracias es usted muy amable, jejeje *risilla nerviosa* etto...ash..-no se atrevia a mirarle estaba demasiado nerviosa y avergonzada para hacerlo, sentia que estaba actuando como tonta.

Sonrió con dulzura tomando el rostro de Furubi con ambas manos -No deberiais esconder vuestro hermoso rostro.

Furubi dirije su mirada al joven mostrandose atonita y sorprendida, con sus labios entrabiertos a punto de decir algo, sus ojos se notaban vidriosos y muy expresivos...
el tono rojo de sus mejillas resaltaban muy bien sus pomulos, furubi sentia su corazon latir muy rapido y un sentimiento de nerviosismo intenso, que la hacia temblar un poco... pronto se separo de su agarre mirando de lado...-l...lo siento pe...pero tengo novio... y no creo que a él le agrade este tipo de... cosas... lo siento si no es asi pero en verdad, no quisiera ocasionar problemas-contestaba apenada y muy nerviosa.

Bajó las manos, con una triste sonrisa en los labios. Había malinterpretado las cosas como solía suceder cuando intentaba ser amable. ¿Por qué no escarmentaba nunca? Menos mal que no estaba Kao-chan allí. – Solo quería ser amable, no era para nada algo mas. Además, tengo que decir que estoy prometido con la mujer mas maravillosa de la tierra y no tengo ojos nada mas que para ella. – Miró de reojo hacia el otro lado de la barra. – Ahora vuelvo. – Dijo encaminándose a donde estaba su compañero

Para variar ¿no? – Preguntó su compañero, un chico de unos 19 años, con el pelo corto color negro y una sonrisa maliciosa en el rostro. – No puedes dejar de ser amable. Kaoru se enojaría si lo supiera. – Daniel miró con un leve enfado a su compañero. – Kaoru sabe como soy y me acepta así. Así que no tienes nada mas que decir salvo…¿el pedido? – El chico sonrió divertido mientras le decía lo que le iba a pedir. Durante unos minutos Daniel se olvidó de Furubi mientras ponía la comanda pero después de eso volvió con ella

¿Entiendes lo que te quería decir? – Preguntó volviendo al tema que había dejado pendiente

Furubi se habia sentido mal por su tonta reaccion, siendo que es una joven demasiado impulsiva y timida, se sentia culpable seguro habia echo sentir mal a aquel hombre... ella suspiro e ib a contestar pero el chico la interrumpio diciendo que le esperara, pasaron varios minutos ella no dejaba de mirar hacia el suelo, se habia comportado realmente mal, para cuando el joven volvio ella levanto la mirada un tanto triste -si entiendo, lo lamento no quise mal interpretar nada...etto... yo...soy un tanto torpe, disculpeme no debi ser tan impulsiva-ella hiso una reverencia de disculpa y le ofrecio una media sonrisa, miro su reloj y se alarmo -bueno creo debo irme, en verdad lamento lo..que dije-

Negó con la cabeza. - Tranquila, me suele pasar y nunca me doy cuenta hasta que se cortan como tu o tal vez intentan ligarme porque piensan que les he dado pie.

Asintió al decirla eso. - Tranquila no te preocupes, es lógico que te tengas que ir. A decir verdad... - Miró alrededor. - ...a decir verdad, ya a empezado a entrar mucha gente y no me podría ocupar de ti como se debe. Espero que te lo hayas pasado bien y que cuando quieras vuelvas a entrar aquí.

furubi asintio con la cabeza y sonrio de manera agradable, hiso una reverencia - esta bien gracias por todo fue un verdadero placer conocerte, tal vez me pase por aqui mas seguido, jaja de mi ya te has echo una amiga y una clienta regular-sonrio nuevamente y se marcho con tranquilidad, se habia echo una nueva y buena amistad la cual cuidaria demasiado.

Rachel se había levantado con dolor de cabeza. Llevaba dándole vueltas a una cosa toda la noche y no había podido dormir mucho. De hecho hacía unos días que no podía dormir. La llegada de Chris la había pillado por sorpresa y había removido cosas que creia haber superado y que entraban en conflicto con lo que ella se había propuesto. Se vistió con unos tejanos ajustados y un top blanco, que acompañó con una cazadora vaquera y se fué a dar una vuelta caminando para despejarse. Tras un rato, decidió buscar algún sitio donde tomar algo, y seguir dándole vueltas al asunto, pero acompañándolo con una cerveza. Vió un bar no muy lejos y se encaminó a él. Antes de entrar, se fijó que había un cartel cercano que un hombre se estaba encargando de pegar en un poste, y Rachel no pudo sino hacer una mueca abriendo una leve sonrisa. Ocho años sin verle, y ahora de repente aparecía en todas partes..

Suspiró pesadamente y entró al bar. Le pareció curiosa la decoración, pero desde que había llegado allí había visto muchas cosas curiosas. Se dirigió a la barra y buscó al camarero con la mirada. Se dejó caer pesadamente en uno de los asientos y alzó la mano.- Camarero.. cuando pueda.. una cerveza, por favor.. que sea con limón.- Luego volvió distraidamente su mirada a la barra y se puso a hacer círculos con el dedo, mientras su pensamiento volvía de nuevo al asunto que antes la ocupaba.

Sonrió feliz al verla sonreír. – De acuerdo Furubi, espero verte otro día por aqui. – Se giró hacia donde estaban las bebidas y continuó con su trabajo. La gente empezaba a irse lentamente a pesar que otros entraban, parecía que ese día estaba siendo sumamente ajetreado.

Unos minutos después de marcharse Furubi, Daniel oyó de nuevo la puerta y vio a otra chica entrar. Parecía que era el día de las chicas bonitas. Se acercó donde estaba ella. – Que deseáis mi… - Oyó lo que pedía y se encogió de hombros. – Marchando. – Al minuto volvió con el pedido de la chica. – Aquí tenéis, ¿que os pasa que estáis tan cabizbaja?

El camarero llegó pronto con la cerveza. Rachel lo miró de arriba a abajo. Era obvio que no era de allí, pero tampoco parecía que fuera de habla sajona, aunque si parecía europeo. Hispano o italiano tal vez, pero con cierto toque exótico, a juzgar por lo rasgado de sus ojos. Lo que no podía negar era que era bien parecido. Su torso que era lo que la barra permitía ver, se notaba cultivado, por lo que seguramente haría algún tipo de deporte, y su rostro lo adornaba una bonita sonrisa. Rachel pensó que probablemente se trataría del típico camarero ligón, seguro de sí mismo y acostumbrado a ir cada día con una chica. Vamos, un tipo de esos que seguían el patrón de su teoría a la perfección. Estuvo tentada de contestarle al chico que sus asuntos no le incumbian, pero lo cierto era que se encontraba demasiado apática cómo para contestarle algo así, además ciertamente, Rachel necesitaba desahogarse y platicar un poco, así que sin saber muy bien por qué, esbozó una leve sonrisa torcida, mientras sus hombros se encogían ligeramente. Agarró la cerveza y dió las gracias al muchacho para llevarse la botella a los labios y dar un sorbo. En cuanto el líquido tocó su garganta, se sintió mejor. Dejó la botella sobre la mesa y miró al camarero.- deberías dejar de hablar de ese modo..no te pega..no eres de aquí ¿verdad?- dijo dando otro sorbo a la botella.- así que quieres saber, que es lo que me pasa.. lo cierto es que es complicado... - su gesto se tornó algo sombrío.- es curioso cómo el pasado regresa a veces a nosotros...a veces resulta doloroso...te recuerda los errores que cometiste....y el daño que has hecho a alguien a quien quieres, y que te haces a tí mismo.....- Su mirada se quedó por un momento perdida en la botella, para luego pasar el dedo por ella. Sus ojos se tornaron ligeramente vidriosos. No era fácil tomar partido por ninguna de las opciones que le pasaban por la cabeza. -Si los hombres no fuérais de esa manera, todo sería más sencillo....- musitó en voz baja, con la voz ligeramente quebrada.