Un dia de compras (priv Sakaki)

Ya hacía una semana que estaba en las instalaciones de la academia Versailles, como mi madre me había empacado todo me confié y creí que tenía todo guardado en las valijas; fue una mala idea no fijarme en ello. Parte de la prenda diaria que usaba no estaba ni tampoco uno de mis pares de zapatos favoritos.

Me levante a las 7 de la mañana, hoy día sábado, para poder ir a comprar las prendas que me faltaban, nada fuera de lo común solo un par de prendas de cama y algo de ropa interior, tal vez alguna falda si se me apetecía. Entre a ducharme como hago todos los días pero al ser sábado y no tener clases no me apure, llene la tina y me sumergí en ella aprovechando la tranquilidad de la mañana y me quede allí un buen rato.

Luego de bañarme y de ponerme una falda negra y una camisa blanca de ceda y de pasar casi 40 minutos peinándome, decidí salir y desayunar en las afueras de la academia. Llegue a la puerta y llame un taxi el cual llego a los 15 minutos. – Al centro comercial por favor. – Le dije al chofer el cual arranco de inmediato y tras media hora llegamos a destino.

Me baje del coche tras haberle pagado y mire el lugar para luego entrar tras un suspiro y buscar un bar para poder desayunar, recorrí antes un poco el lugar y ya había visto algunos negocios que pensaba visitar. Tome asiento en una mesa de un pequeño bar que tenía las mesas en uno de los patios del centro comercial. Tras unos minutos de espera pedí un desayuno liviano y espere a que me lo trajeran mirando los alrededores.

Entre la gente que pasaba me pareció ver una persona que ya había visto en alguna ocasión en la semana pero le reste importancia. Cuando trajeron mi desayuno mire al mozo que dejaba las cosas y se retiraba. – Gracias. – Dije mirando lo que me habían traído y comenzando a desayunar tranquila, que ya a esa altura eran casi las 10 de la mañana.

Desayunaba tranquilamente mirando a la gente pasar, ir y venir sin mucha preocupación cada cual absorto en su vida y sus problemas, sin mirarme o decirme algo; eso me dejaba tranquila podía terminar mi desayuno tranquilamente o eso pensé hasta que un joven se acercó a mí. Me sobresalte y lo mire a los ojos dándome cuenta de quién era. – L… lo Siento, pero… no tengo compañía… vivo sola. – Baje la mirada y desviándola hacia otro lado.

Suspire al verle ahí sin moverse, al parecer quería quedarse ahí y ello no me dejaba seguir tomando mi desayuno, así que haciendo un poco de acopio de fuerzas suspire y lo volví a mirar con rubor en las mejillas. – Puede tomar asiento si quiere, así no podrá decir que estoy desayunando sola. – Volví a bajar la mirada al suelo mientras esperaba su respuesta.

“Porque le he dicho eso?” me pregunte cuando lo vi sentarse, me puse más nerviosa y desvié la mira aún más, pero por más que trataba de no verlo mis ojos volvían a él. “Porque?, No tengo que verlo, ni siquiera debería de hablar con él, estoy comprometida” toque el anillo de compromiso y comencé a jugar con él; lo daba vueltas en mi dedo como si quisiera tomar una decisión, como si el anillo me molestara donde estaba en ese momento.

Tenía razón el que viviera sola no significaba que no pudiese tener ningún conocido, pero hacia poco que estaba aquí y solo había venido a estudiar. – No he venido a la ciudad a hacer conocidos, solo estoy por estudios. – Le respondí a la pregunta, cerrando los ojos sabiendo que él tendría más que una respuesta para eso. Me acomode algo incomoda llevando mis manos a mi regazo. Trataba de no mirarlo, sus ojos eran demasiado llamativos y eso me la hacía difícil.

Suspire cuando busco charlar conmigo, debería de responderle resignada, al fin y al cabo fui yo quien le invito a que se sentase. Pareció que le había hecho una seña a otro joven el cual miro resignado y se dedicó a desayunar. – Ya le dije que no tengo a nadie y que vine a estudiar. – Me volví a defender con las mejillas rojas. Se había presentado y como tenía que ser debería de responderle de la misma manera. – Me llamo Akiko, Akiko Sawako, un gusto señor Shunsuke. – Trate de tomar el té para terminarlo, pero tenía un nudo en la garganta, de igual manera, el terminar he irme seria de mala educación, así que me modere un poco.

Le trajeron su desayuno y vi como comenzaba a consumirlo tranquilamente, me ofreció tostadas y sacudí la cabeza en forma negativa. – No gracias, ya comí lo que necesitaba. – Le dije mirándolo de manera distraída y sonrojada, me sentía incomoda, no porque no quisiera que él no estuviese ahí, sino todo lo contrario, me agradaba su presencia y eso me incomodaba. “Es hermoso” mi mente se puso en blanco mirándolo solo a él, no me había dado cuenta de lo sonrojada que estaba solo por mirarlo.

Trate de terminar el té, pero solo podía consumir poco, un nudo en el estómago me impedía terminar con el desayuno, lo miraba avergonzada, pero no podía sacar la vista de su rostro. Sacudí la cabeza un momento “Que haces? Estas comprometida y te vas a casar en cuanto termines los estudios, sabes que eso es lo que quieres…. No, no es cierto, que quiero entonces?” – Mi mente comenzó a llenarse de preguntas y a divagar entre él y mi futuro ya cerrado.

Suspire, lo sabía; sabía que él tendría una respuesta a ese escusa, mire a otro lado por unos segundos para después volver a mirarlo a los ojos. Esos ojos penetrantes a los que no podía dejar de observar. – Los grupos son para los trabajos, no será más que eso. – Lo mire a los ojos y asentí suavemente cuando se presentó, mi cara se puso colorada ante el cumplido del joven frente a mí. – G… Gracias, por el cumplido. - Baje mi cabeza sonrojada.

Lo mire a los ojos nuevamente defendiéndome de lo que había dicho. – Yo desayuno bien, he tomado un té con jugo, huevos y tostada, suficiente para no tener que almorzar hasta el mediodía. – Lo mire seria. – A parte señor Sakaki, ni que me fuese a comprar lo que a mí me guste. – Lleve la mano a la boca y baje la vista avergonzada. – Perdón, creo que me excedí. –

Sacudí la cabeza para que supiera que estaba bien. – No tengo nada, solo es algo mío. – Le dije terminando mi te. – Si me disculpa tengo cosas que hacer. – Saque el dinero y lo deje en la mesa para pagar mi desayuno y el del señor sakaki; me levante y comencé a caminar hacia los negocios; tras unos pasos me detuve y volví hacia el con la cabeza gacha. – S… Señor Sakaki, me diría do… donde hay alguna casa de ropa íntima y de cama de renombre? – estaba totalmente colorada al pedirle eso.