echando un vistazo (priv. Daniel)

El día había despuntado. Kaoru abrió los ojos y se desperezó. Se giró sonriente hacia Daniel que parecía estar aún dormido. Con suavidad, acercó su rostro al del muchacho, y le dió un pequeño beso en la mejilla, y luego otro en la punta de la naríz, para terminar con un suave y dulce beso en los labios. Las sábanas estaban revueltas cómo prueba muda de lo que había sucedido en aquella habitación durante la noche. Kaoru tiró de una de ellas ligeramente hacia arriba y arropó a ambos con ella, aunque no tardarían ambos en abandonar aquel confortable habitáculo. Mientras le miraba sonriente y esperaba a que Daniel abriera los ojos, Kaoru pensaba en lo que podían hacer ese día. Aún no habían llamado a las familias para darles la noticia, y cuanto más se demoraran, sería peor. Por otro lado no habían vuelto a habla del tema, y había cosas que debían preparar con bastante antelación, porque dependiendo del lugar y los invitados que fueran a ir, había sitios donde tenían lista de espera ya que eran muy populares y la gente incluso reservaba con años de antelación. Ellos aún tardarían unos años, pero podían ir echando un vistazo para ver cómo estaba el asunto económicamente y ver que era lo que les esperaba. Había agencias que se encargaban de todo, por que también convendría echar un vistacillo y simplemente informarse.. sólo por curiosidad, después de todo no tenían tampoco nada mejor que hacer para ese día. Se lo propondría a Daniel cuando se levantaran, mientras desayunaban. Podrían salir y ver alguna cosilla para empezar.

Kaoru volvió a acercar sus labios al muchacho y los besó de nuevo delicadamente, hablándole luego con un todo de voz dulce y amoroso.
-Buenos días mi bello durmiente...es hora de levantarse....- le susurró con dulzura mientras esperaba su reacción.

Daniel se revolvió ligeramente, durante un segundo se quedó así hasta que abrió uno de los ojos. - Hola mi amor. Has dormido bien. - Preguntó con una sonrisa dulce dándola un beso en los labios. Miró el reloj. - Es algo tarde, ¿porque no me has levantado antes? Así podríamos haber hecho mas cosas - Volvió a mirar de nuevo el reloj y sonrió, no, aun era muy pronto.

Se destapó y cogió a Kaoru poniéndola encima suya para besarle con ternura. - No hay clases y yo no trabajo. Que podemos hacer. - Dijo en tono pícaro mientras iba dando pequeños besos por el cuello de su prometida

-De momento..- dijo sonriendo con ternura y devolviéndole los besos que él estaba depositando en ella con dulzura y algo de picardía, mientras le hablaba entre beso y beso.- decidir si estás dispuesto a apagar el incendio que estás a punto de comenzar- habló con tono pícaro. rozándole delicádamente sus labios con el dedo índice.- y después... pues.. podríamos ir y dar una vuelta por el centro.. tal vez veamos algo que nos de una idea para la boda.. sabes que hay cosas que tenemos que ir preparando..y tener una idea sobre precios y lugares, nos ayudaría a elegir mejor.. también deberíamos pensar en quién invitaríamos.. y lo primero de todo.. creo que deberíamos decírselo a tus tíos y a mis padres, no? aún no se lo hemos dicho, y si se enteran por otro lado que no sea por nosotros.. no sería correcto.. ¿que opinas?

Kaoru se acurrucó con gesto sonriente sin dejar de mirarle, entre los brazos que el corpulento muchacho la ofrecía, sintiendo la calidez de su cuerpo junto al suyo. Era una sensacion que la encantaba. Verse rodeada por sus fuertes brazos, estar junto a él, sentir sus besos, sus caricias, sus miradas, todo ello le producía una sensación de paz y felicidad que no era capaz de describir con palabras.

Que estás intentado decirme. - Preguntó en tono pícaro, envolviendo a su novia con sus brazos y recorriendo de nuevo todo su cuerpo, con sus labios, su mirada y todo su cuerpo.

Unos minutos mas tarde, el muchacho se había ido a ducharse mientras su novia se había ido a la cocina a hacer el desayuno, o al menos eso se imaginaba él. Después de unos minutos bajo el agua caliente, salió de la misma poniéndose la toalla en la cintura y dejando su torso al aire. Se acercó por su espalda rodeándola con su brazos por la cintura. - Si te parece voy acabando de preparar el desayuno y te duchas. Así iremos tranquilamente por la ciudad. Quien sabe lo vemos.

Cuando Kaoru sonrió traviesamente y al sentir los besos del muchacho, amplió su sonrisa y los cubrió a ambos nuevamente bajo las sábanas, llenando nuevamente la habitación de sonidos de pasión, de risas y caricias, tal cómo ocurriera en la noche.

Al cabo de un rato, una vez que la habitación hubo recuperado de nuevo la calma, Daniel se marchó a la ducha, y Kaoru se puso un camisón y tras hacer la cama se dirigió a la cocina para ir preparando el desayuno. Mientras se disponía a ello, fué pensando en lo que tendrían que hacer ese día. Lo primero que harían sería llamar para avisar a sus padres y a los tíos de Daniel y darles la noticia. Ella lo había intentado momentos antes de ponerse con el desayuno, pero parecía no haber nadie. Su madre le envió el otro día un correo diciéndola que ya habían regresado a Japón, por lo que ahora mismo deberían ser allí alrededor de las cinco de la tarde.. quizá habían salido a dar una vuelta. Supuso que verían la llamada cuando regresaran y la llamarían o le mandarían un sms al móvil. De todos modos lo intentaría de nuevo después de ducharse y cambiarse de ropa.

Sumida en esos pensamientos estaba, cuando sintió los brazos de Daniel rodeándola por la cintura. Sonrió y echó su cabeza hacia atrás dejándo descansar su cabeza momentáneamente en el torso del muchacho y mirando hacia arriba para dedicarle la más dulce de sus sonrisas. Luego se separó un poco y se dió la vuelta para mirarle de frente. Al verle así recordó la primera vez que le vió de aquella manera, cuando apenas llevaban unas semanas saliendo y se fueron de excursión con el instituto, tocándoles unas habitaciones contiguas, comunicadas por una puerta. Recordó que entonces se ruborizó, ya que era la primera vez que veía el torso de un hombre sin ropa.. bueno, de un hombre que le interesara o le llamara la atención, ya que hasta entonces no se había fijado. Si que había visto en la playa, pero no era lo mismo. Ahora en cambio, ese torso le producía seguridad y le transmitía calidez.. realmente habían cambiado bastante las cosas desde aquel día.

Kaoru amplió su sonrisa y le miró llena de amor. Le acarició el cabello mientras se perdía momentáneamente en los ojos del muchacho, y luego le dió un dulce beso en los labios, para retirarse suavemente y hablarle de modo cariñoso. -Me parece buena idea- Respondió ante la sugerencia del muchacho.- Deberías también llamar a tús tíos y darle la noticia.. yo he intentado hablar con mis padres, pero no están en casa, así que lo intentaré de nuevo después de desayunar.. Luego si te parece podemos ir al centro dando un paseo, allí cómo tu bien dices, seguramente veamos algo que pueda interesarnos.- Sonrió levemente y l uego le dió una ligera palmadita en la nalga sobre la toalla.- Voy a ducharme entonces.. no tardo.- Tras decir aquello, le dió nuevamente un beso en los labios y se marchó en dirección a la habitación para tomar algo de ropa, y de ahí al baño para darse una ducha. Quería ponerse guapa para él y aprovechar para ponerse el vestido que había comprado el día que conoció a Lila. Aún no había tenido ocasión de ponérselo y aquella le pareció una buena para ello. Mientras tanto, Daniel terminaría de preparar el desayuno, así que intentaría no demorarse demasiado para que el café no se quedara frío.

Claro amor. Los llamaré ahora a haber si están en casa. Anda vete ya a la ducha. - Fue la escueta frase que en realidad dijo. Hablar con sus tíos sería dificil, no por el hecho de hablar en sí sino por un extraño suceso que había ocurrido antes de que Kaoru llegara. Sí, ella era aceptada y estaban seguros que le harían feliz pero ya había dejado entrever su tía que ya que no podía controlar a su sobrina para que pudiera ponerse al mando de la empresa fuera él. Pero para eso, no podría casarse con Kaoru. Daniel había declinado la proposición pero aun así seguían insistiendo.

El movil del chico sonó y su mirada se volvio turbia. Cogió el movil respondiendo. - "Hola tía. Sí, estamos bien. Sabes lo que pienso de eso y te estoy agradecido pero al igual que mi hermana no tengo intención de dirigir el negocio familiar. Ya sabes lo que pasa y a quien quiero por esposa. No, ya te dije que eso no es. No es por... Vale, si quieres seguir pensando eso tu misma. Os lo comenté. Ya estamos prometidos y nos casaremos cuando volvamos a Japón. No, no se cuando será, cuando acabemos con ... Vaaaale, ya os diremos cuando regresamos. Contamos con vosotros para la boda ¿no? De acuerdo. Besos tía y al tío también" - Colgó el telefono negando con la cabeza Que pesadez con esta mujer. Ya está cansando un poco. Miró alrededor y continuó colocando todo en su sitio. Aquellas cosas que realmente ya no las necesitaban las fregó mientras esperaba a su amada.

Suspiró cansadamente mientras recordaba todos aquellos años cuando pensaba que su tía era una mujer normal y corriente, sin ninguna clase de fortuna ni nada que se le parecíera. Ahora todo era diferente y sabía que volvería a la carga tanto con Nat como con él. Pero con su hermana sería mas complicado. Debía dejar a su marido y eso jamás lo haría. Una de las cosas que debía admitir es que se querían demasiado y eso nadie lo quitaría. Aun cuando tuvieran problemas sabía que siempre al final volvían. Sus labios se torcieron en una medio sonrisa. ¿Que pasaría si volvían de nuevo a Japón?

Kaoru terminó de ducharse y se puso el vestido. Luego se secó el cabello ligeramente con el secador y se echó de su colonia favorita. Le encantaba porque tenía el aroma de las frutas del bosque recién recolectadas y era un olor agradable y persistente aunque suave. Después fué a la habitación y se puso delante del espejo emitiendo una sonrisa de satisfacción. Realmente le quedaba muy bien, y esperaba que Daniel opinara lo mismo. No se lo había puesto desde que lo compró y Lila le aseguró que Daniel se quedaría sin respiración cuando la viera. Eso era lo que pretendía. Estar tan guapa que no mirara a ningún otro lado salvo donde se encontraba ella. Se colocó unos tacones bajos haciendo juego con el vestido, y salió a la cocina donde se encontraba Daniel, mirándole durante unos minutos en silencio, viendo cómo este estaba entretenido terminando de poner la mesa. No fué hasta que la mirada de Daniel volvió a encontrarse con la suya, que esta terminó de entrar con una enorme sonrisa. - Ya estoy lista.. te gusta? - dijo dando una vuelta para que viera bien el vestido. - Me lo compré hace unos días, pero no había tenido ocasión de ponermelo todavía. Me ha parecido que esta era una buena ocasión..- Se acercó a él y le dió un apasionado beso en los labios, mientras le rodeaba con sus brazos el cuello. Luego se separó despacio y miró la mesa con satisfacción.- mmm.. que bien huele a café.. y a tostadas...con el hambre que tengo... - comentó sonriente.- por cierto... has podido hablar con tus tíos? qué tal están?. que han dicho acerca de la boda.. les parece bien?

Spoiler:

La cara del chico lo decía todo, sus ojos abiertos de la sorpresa y su boca haciendo una "o" enorme. Desde luego le había impactado y bastante. Estaba guapísima y sabía que tendría que quitarle los moscones de todos los sitios. Torció el gesto durante un segundo con disgusto al pensarlo pero volvió a ser feliz al verla.

Estas preciosa. Desde luego todos los hombres se morirán de envidia al ver a la mujer mas hermosa que existe y que está a mi lado. Y ... ya está pillada. - Se acercó a ella y la abrazo por la cintura depositando un beso dulce en sus labios. Se encogió de hombros. - Mis tíos ahí andan, con sus cosas y demás movidas. - Cogió el mentón de Kaoru y volvió a darla otro beso. - No te preocupes por las cosas. Ellos ya lo saben y cuando regresemos a Japón tendremos que ponernos de acuerdo con ambas familia y hacer los otros preparativos que dejemos para allí. Pero... - Sonrió feliz. - Ahora marchemos. creo que se como se pueden hacer algunas cosas. Así que esas podremos mirarlas desde casa pero me gustaria ver algunos detalles para la boda.

kaoru sonrió coqueta y complacida por el efecto que había producido su vestido. Realmente había sido una buena elección. Tendría que agradecérselo a Lila la próxima vez que se vieran, o quizá mandarle un mensaje de texto para darle las gracias.

Tras corresponder al beso de Daniel, Kaoru asintió ante la sugerencia del muchacho. - Bien.. volveré a llamar a mis padres cuando regresemos. Quizá entonces tenga suerte y ya haya alguien en casa. - Kaoru sonrió feliz- La verdad es que estoy muy ilusionada con lo de la boda.. - Su rostro se ruborizó por un instante. - Debo confesar que durante el viaje al balneario en nuestras primeras semanas de salir cómo pareja.. se me paso esta idea muchas veces por la cabeza.. ejem.. quiero decir.. esto de tú y yo.. casándonos...- esbozó una sonrisa vergonzosa y desvió ligeramente la mirada hacia el suelo.- Si entonces te hubiera dicho las imágenes que tenía de nosotros, seguro que hubieras pensado que estaba loca... pero no podía evitarlo..tú eras todo mi mundo, y bueno.. de hecho claro que estaba loca... de amor por tí...además te veías tan guapo en mis sueños vestido de novio.. - Kaoru soltó una pequeña risita, y luego rodeó a Daniel con sus brazos por el cuello. - aunque eso no ha cambiado... - depositó un pequeño beso en los labios del muchacho. - Sigues saliendo muy guapo vestido de novio..y.. aún estoy loca de amor por tí.. más que nunca... - Volvió a besar sus labios, y le miró con profundo amor.- Te haré el hombre más feliz sobre la tierra... o moriré en el intento.. - Le dió un último beso y después una pequeña palmadita en la nalga, mientras le sonreia cariñosamente. - Te espero abajo.. mientras terminas de vestirte voy a intentar llamar de nuevo a mis padres haber si hay suerte.. no tardes.. o haré que me des besos extra para compersarme.. .. - Tras decirle aquello le dió un beso corto y luego se dirigió a la puerta para salir y esperarle tal cómo había dicho. Aprovecharía para llamar a sus padres, y tal vez hablar con Nat-chan a ver que tal se encontraba.

Sonrió feliz al escucharla, el muchacho también había soñado esas cosas. A pesar de su apariencia, era mas romántico de lo que se podía esperar de él. Su hermana lo sabía y por eso muchas veces se metía con él. Asintió. - Creo que se a que te refieres, es como si realmente todo lo que esta ocurriendo fuera el sueño que tuviste ese día. - La besó en los labios. - Pero es la realidad y...cuando hayamos terminado la universidad estaremos casados y con toda nuestra vida por delante. - Se separó de ella un poco, mientras esa dulce sonrisa se volvió pícara.

Asintió mientras veía a Kaoru como salía por la puerta. Le esperaría fuera para irse de compras, Negó con la cabeza una vez se hubo marchado y su expresión cambio drásticamente. No dejaría que su tía hiciera lo que le diera la gana y mas con la vida de su hermana y la suya propia. Se fue hacia la habitación, encaminándose al armario para coger la ropa que se pondría ese día. Sacó una camisa de vestir color blanco y unos pantalones ajustados de un color marrón claro. No era su vestimenta habitual pero resultaba curioso salir de esa rutina que era su atuendo. Se dirigió al baño para peinarse algo y mirar haber si había dejado algo mal. Al notar que no era así, sonrió de medio lado y salió del piso.

Ya has llamado a tu padres de nuevo. - Preguntó a su novia, mientras la cogía de la cintura por detrás. Pues la muchacha estaba de espaldas a la puerta y no le había escuchado salir.

Kaoru dió un pequeño respingo cuando notó cómo la tomaban por la cintura, aunque acto seguido se relajó y habló mostrando una sonrisa.- Ah, me has asustado.. no te he sentido llegar..- La muchacha dió un suave beso en los labios del joven.- mis padres?, no.. aún no he podido contactar con ellos. Lo haré cuando regresemos, aunque quizá mi madre cuando vea las llamadas me llame a mí.- Kaoru sonrió y extendió la mano hacia su prometido. - Nos vamos entonces? tenemos muchas cosas que ver, y me gustaría estrar temprano en casa.. tengo pensado hacerte algo especial para cenar...- le contó con algo de misterio. Hacía mucho que no tomaban comida española, y Kaoru sabía cuanto le gustaba a Daniel, así que había pensado que sería buena idea hacer una tortilla de patatas y una ensalada.

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