Mi primer dia en Versalles

Me encontraba caminando por los rumbos de la escuela, vagando por ahí buscando algo que hacer, ya que, pues si he de ser sincero, ese día me encontraba algo ocioso y tras tener mi tarde libre, decidí caminar para despejar un poco mi cabeza de algunas de mis actuales preocupaciones, la escuela.

Entre tanto vagar recordé que cerca de la academia, había un lugar llamado el bosque de la filosofía, peculiar y extraño nombre para un bosque, pero no soy quien para juzgarlo. En mis ratos de andar caminando por el lugar me percate de que había una muy melodiosa voz cerca de por donde yo caminaba, "Bien, hora del arranque de cazador jeje" y tal cual pensé me acerque sigilosamente a donde aquella melodiosa voz entonaba ese hermoso cantar. Arrastrándome por los arbustos y acercándome poco a poco pude ver a una chica albina, una chica albina que entonaba aquella voz -Jejeje, nada mal- susurre mientras me acercaba mas a aquella chica.

Si hay algo que un cazador nunca debe de hacer es dar señales de que esta vigilando algo, y pisar una rama y que el estruendo suene por el silencio de la zona, no fue mi jugada mas inteligente, me quede parado, congelado, esperando a que la chica no voltease a donde yo me encontraba, encogiéndome de hombros, esperando que enserio no se percatar de mi presencia.